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miércoles, 12 de febrero de 2025

TAREA 1: AUTORRETRATO

INTRODUCCIÓN
Según Carlos Cid Priego, el retrato es la imagen de una persona, hecha por cualquier procedimiento, que de alguna manera establece relación de conocimiento entre modelo y obra, ... siempre persista al menos la intención de mantener esa mutua dependencia. El autorretrato hay que considerarlo dentro de ese concepto, con la diferencia de que el retrato es la acción transitiva: hay un sujeto (artista), alguien que la recibe (modelo) y un complemento directo (obra), mientras que en el autorretrato equivale a una oración reflexiva porque la recibe el mismo sujeto que actúa y se identifica como artista y modelo.


DESARROLLO
Después de ver algunos ejemplos de autorretratos famosos que han pasado a la historia, comenzamos con el proceso de la realización de la tarea. 

Lo primero que hicimos fue trazar una línea vertical en el centro del folio A3 para dividirlo en dos partes y dibujamos nuestra forma de rostro, en mi caso, la forma alargada. 

A continuación dividimos nuestra forma de la cara en tres secciones más o menos iguales y en el medio volvimos a trazar una línea, que serviría de guía para los ojos. 

Esa recta la subdividimos en 5 partes iguales, y en el segundo y cuarto espacio dibujamos nuestros ojos. 

Dentro delineamos el iris, ocupando casi todo el tamaño del ojo, y la pupila la hicimos un poco más pequeña.

Fuente: Elaboración propia.


También agregamos las pestañas, dependiendo del largo y ancho que tuviésemos cada uno. 

Después dibujamos nuestras cejas haciendo una pequeña curvatura en ellas. 

Para la nariz representamos los orificios y las alas nasales únicamente. 

En cuanto a la boca, trazamos una línea entre la nariz y la barbilla. Sobre esta guía apoyamos el labio inferior, y sobre él, dibujamos el labio superior. 

Sólo nos faltaba dibujar el pelo, pero antes añadimos el cuello para dar más realismo al autorretrato. 

Dibujamos el comienzo de nuestras raíces, dejando libre el hueco de nuestra frente, y definimos el largo del pelo desde las raíces hasta las puntas. 


Fuente: Elaboración propia.


Una vez terminado el dibujo de nuestro autorretrato, nos quedaba darle color, por lo que cogimos unas ceras y fuimos pintando todo. 

Para el fondo elegí un tono amarillo, mientras que para el pelo opté por un azul oscuro creando así un contraste llamativo. Pinté el rostro rosa, resaltando algunos rasgos como el dorso de la nariz, el contorno de la frente, los pómulos y la barbilla. Los labios los coloreé de un rojo anaranjado mientras que para el iris de los ojos elegí un rojo más potente. 

Fuente: Elaboración propia.


CONCLUSIÓN
La creación de nuestro propio autorretrato no me resultó nada difícil ya que los pasos a seguir eran bastante sencillos y las aclaraciones de nuestro profesor lo hacían aún más fácil. Sin embargo, a la hora de pintar, todos sentimos un poco más de presión puesto que solo quedaban 5 minutos para finalizar la clase práctica y, una vez pasado ese tiempo, no podríamos hacer más modificaciones. Por esta razón, no tuvimos tiempo de perfeccionar algunos detalles ni rellenar algunos espacios en blanco. Aun así, considero que mi autorretrato quedó bastante bien.


BIBLIOGRAFÍA
Stefanini, V. (2020). El autorretrato en la fotografía contemporánea. Cuadernos Del Centro De Estudios De Diseño Y Comunicación, (102). 

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