Buscar este blog

martes, 4 de marzo de 2025

TAREA 3: CREACIÓN DE PERSONAJES

 INTRODUCCIÓN

Los personajes imaginarios no son meros productos de la imaginación, sino que son el resultado de un proceso creativo complejo que involucra la observación, la inspiración y la construcción de una identidad propia. 

Aunque sean ficticios, los personajes imaginarios, así como los objetos reales que transformamos creativamente, constituyen una herramienta valiosa para entender la realidad.

Los rasgos del rostro como los ojos y las cejas hablan de la expresión de los seres y transmiten sus sentimientos. Por ejemplo, si presentan pinchos, esto sugiere una tendencia hacia la agresividad. 

Cuando creamos un personaje imaginario nos enfocamos en las formas: un diseño redondo sin pinchos parecerá más amigable y achuchable. 

Los personajes imaginarios no solo se limitan a la literatura, el cine, el teatro o los videojuegos. También están presentes en la publicidad, en la política, en la religión, en la cultura popular, en la vida cotidiana.


CREACIÓN DE NUESTRO POKEMON

Partimos de un Pokémon, vamos a cambiarle sus expresiones faciales y luego le vamos a añadir extremidades diferentes. 

Cogemos un folio A3 y lo dividimos en 6 partes iguales, donde dibujaremos en cada parte la evolución de nuestro Pokémon.

Empezamos recreando el Pokémon original que hemos elegido en el primer cuadrante del folio. 

Fuente: Pokémon

En mi caso, he escogido a Vaporeon, un Pokémon de agua cuya cola tiene forma de pez, por lo que hay gente que a veces lo confunde con una sirena. 

Fuente: Elaboración propia.

A continuación, volvemos a representar a nuestro Pokémon pero con la condición de cambiar su expresión inicial a una expresión de sorpresa. Para ello, agrandamos los ojos y hacemos la boca más grande. 

Fuente: Elaboración propia.

Siguiendo con la evolución, reemplazaremos la expresión de sorpresa por una de gran apetito, mostrando a nuestro Pokémon comiendo una galleta u otro alimento. Además, añadiremos una extremidad diferente, en mi caso, un tentáculo de pulpo.

Fuente: Elaboración propia.

Continuando con la evolución de mi Pokémon, cambiamos su anterior expresión por una de furia, además de añadir alguna extremidad diferente que cambien su aspecto inicial. Yo he modificado la forma de sus orejas, imitando a las alas de una mariposa.

Fuente: Elaboración propia.

Para la última evolución del Pokémon, modificamos su expresión de enfado por una más triste, casi llorando, añadiendo también más extremidades que marquen la diferencia de su aspecto totalmente.

En mi caso, no me dio tiempo a terminar de dibujar todas sus extremidades, puesto que teníamos un tiempo muy limitado y ya era hora de comenzar a pintar nuestros dibujos.

Fuente: Elaboración propia.

Para dar color a nuestras creaciones, seguimos unas pautas impuestas por el profesor: para los dos primeros dibujos utilizamos únicamente rotuladores, mientras que para los tres siguientes usamos solo ceras. Conforme íbamos terminando cada dibujo, el tiempo disponible para los siguientes se iba reduciendo hasta los 3 - 5 segundos. En el último cuadrante, utilizamos ceras de colores para volver a representar la evolución final de nuestro Pokémon.

Fuente: Elaboración propia.

CONCLUSIÓN
Esta práctica me ha parecido muy divertida y no solo fomenta la creatividad y la imaginación, sino que también permite a los niños reflexionar sobre temas importantes de la vida. La interacción con personajes imaginarios en el contexto educativo es una experiencia enriquecedora. Al incorporar estos elementos en la enseñanza, podemos cultivar un entorno donde los valores humanos y sociales se desarrollen, ayudando a formar individuos más empáticos y conscientes de su entorno.


BIBLIOGRAFÍA
Hechos Reales, (2020, 1 diciembre). Personajes imaginarios: ¿Realidad o ficción? Basado En Hechos Reales. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario